Virgen Santísima de Guadalupe,
muestra que eres nuestra Madre.
Defiéndenos en las tentaciones,
consuélanos en las tristezas,
y ayúdanos en todas nuestras necesidades.
En los peligros, en las enfermedades,
en las persecuciones, en las amarguras,
en los abandonos,
en la hora de nuestra muerte,
míranos con ojos compasivos
y no te separes jamás de nosotros.
AMÉN